🌑 El poder de lo que ocultamos: un despertar tierno bajo la Luna Nueva en Cáncer
- Coach Samantha

- Jun 25
- 3 min read
¿Qué partes de ti escondes?
Todos llevamos una máscara. La persona fuerte, la que siempre está disponible, la que nunca falla. Quizás eres ese empleado en quien el jefe confía para resolver todo cuando las cosas se complican o cuando falta personal.
Vivimos cumpliendo expectativas, atrapados en la rutina de sobrevivir en un mundo que, cada vez más, parece desconectado de lo que realmente necesita la humanidad.
A medida que pasan los años, reconozco que el tiempo es lo más valioso que tenemos. No podemos dar por sentado que el mundo permanecerá igual a como lo dejamos.
Recientemente visité mi ciudad natal. El tiempo voló, y aunque un resfriado me dejó en cama tres días, logré compartir con algunas de las personas que más amo. Me di cuenta de que la distancia no debilita necesariamente las conexiones. A veces, incluso las fortalece.
Estoy más unida a algunos seres queridos ahora, desde lejos, que cuando vivía allí. Qué curioso cómo la distancia física nos hace ver cuánto significan algunas personas para nosotros, y nos da el valor de expresar lo que sentimos.
¿Por qué ocultamos nuestro lado vulnerable?
En el trabajo, en la vida personal, incluso con nosotros mismos… solemos esconder esa parte sensible. Pero una vida plena es también una vida sentida.
Cuando permitimos que esa parte salga a la luz, florecemos.
Atraemos a las "abejas", esas almas preciosas que reconocen que en nuestra presencia hay bálsamo para este mundo lleno de caos y división.
Tenemos que recordar que dentro de nosotros hay paz y amor, y que nadie puede arrebatárnoslo.
Vivir en Medellín me ha transformado.
Aprendí a abrir el corazón y a expresar lo que siento con más libertad. Cuando alguien me cuenta su historia, intento mantenerme curiosa, y permitirle mostrar esas partes que usualmente esconde por temor al juicio. Sus miedos, decepciones, retos… incluso esa sensación de desesperanza que a veces habita en todos nosotros.
Esto es ser humano.
La vida no es un jardín de rosas, y reconocer nuestras tormentas, el dolor profundo que sentimos ante el sufrimiento o la pérdida, es esencial. Solo así podemos transitar la emoción, dejar que se mueva a través de nosotros y encontrar recursos para seguir adelante. Porque no siempre podemos solos. La vida cansa. Merecemos una mano amiga.
Esta mañana me contaron sobre un deslizamiento devastador en una zona de Medellín donde solía hacer voluntariado. Me enviaron una foto en la que estoy con docentes y voluntarios, pintando una escuela local.
Uno de los hombres en la imagen esta desaparecido. Salvó a su hijo, pero lamentablemente no pudo salvar a sus hijas, ni a su ex esposa. La tristeza me atravesó.
Este hombre era un miembro comprometido con su comunidad. Conversamos mucho mientras él pintaba las paredes del aula y yo preparaba otras áreas. Me habló de su familia, de su vida, y me acogió con calidez, a mí, una mujer llegada de Canadá. Compartimos algo valioso: nuestro tiempo, nuestra humanidad. Hoy, la familia y comunidad enfrenta una pérdida inmensa. Y yo solo puedo decir que la vida es increíblemente frágil, aunque queramos creer que no lo es.
En este último viaje, hice un esfuerzo consciente por abrazar más fuerte a mis seres queridos, por decirles cuánto los amo, por dejar que las lágrimas fluyeran cuando aparecían, para que supieran que los veo, y que los extraño también.
El regalo más hermoso que podemos dar es nuestra vulnerabilidad. Mostrar eso que normalmente ocultamos.
¿Y si el mundo se volviera más suave con nosotros?
Tal vez pienses: Pero estoy enojado/a.
Enojado por lo que pasa en mi país, por el costo de vida, por la presión constante, por gobiernos que parecen desconectados de la realidad y que justifican guerras con discursos que no convencen.
Pero detrás de esa rabia, hay algo más: dolor. Una sensación de impotencia.
Si dejamos que salga esa ternura escondida, entonces sí pueden comenzar los cambios.
Todo empieza dentro.
En cómo nos tratamos a nosotros mismos. Con amor. Con respeto. Honrando las partes de nosotros que nos dijeron que no eran válidas: el "demasiado sensible", el "soñador", el "artista". Quizás, justo ahí, está nuestra mayor luz.
Esta Luna Nueva en Cáncer nos invita a mirar hacia esos rincones ocultos de nuestro ser.
Escucha esa canción que te conmueve. Mira esa película que te toca el alma. Abraza a quien amas, un poco más fuerte, un poco más tiempo.
Eso es lo que hace que la vida valga la pena.
#LunaNuevaEnCáncer #SanarDesdeElCorazón #FuerzaEnLaVulnerabilidad #BlogEspiritual #ConexiónHumana #LiderazgoConCorazón #ReflexiónDelAlma #DespertarEspiritual #TernuraEsPoder #Medellín #HistoriasDeVida #TiempoPresente #VivamosConAmor



